lunes, 26 de octubre de 2015

La Vida Es Una Maratón, No Una Carrera de 100 Metros

'Lo difícil no es llegar, es mantenerse' es un dicho muy conocido del fútbol, y se refiere a lo complicado que es poder mantenerse al nivel más alto del deporte. A las personas nos cuesta muchísimo armar planes a largo plazo porque nos enfocamos demasiado en obtener resultados a corto plazo. Miles de metas tienen una fórmula simple para cumplirlas, como por ejemplo adelgazar. Simplemente hay que consumir menos calorías de las que consumimos, o en otras palabras: hay que comer menos y hacer más ejercicio. Uno pensaría que con lo simple que es este método, sería fácil de logarlo, pero todos sabemos que no es así. Nos gusta ver resultados, pero no nos gusta el proceso para obtener los mismos.

Personalmente, muchas veces me pasa que empiezo una actividad y si no tengo un plan, la dejo a los diez días. Me pasó recientemente con una clase online de algoritmos. Me re interesa el tema pero no quiero estar dedicándole el tiempo porque se que no me va a dar resultados de inmediato. Dejar una actividad o un proyecto no está mal en si, el problema resulta cuando uno se toma la vida de esta manera. 

La vida no es una carrera de 100 metros llanos, son 42 kilómetros con vallas. Casi todos podemos correr 100 metros sin problema, pero conozco pocas personas que pueden terminar una maratón. Para correr semejante distancia, se necesita mucha preparación, tanto física como mental. Lo mismo, por lo menos para mí, aplica a la vida. Si bien eso de vivir cada momento como si fuera el último, y lo de enfocarse en el presente tiene sus puntos válidos, no creo que sea un gran consejo cuando pensamos a mayor escala. 

Preparación

Como los corredores se preparan para una maratón, nosotros tenemos que prepararnos para algunas cosas en la vida. Tomando la universidad como ejemplo, si nos dijeran que tenemos que ser ingenieros en cuatro años y no nos dieran ninguna otra instrucción, a la mayoría se nos complicaría lograrlo, pero dividiendo esta meta en cuatrimestres, y esos cuatrimestres en un par de materias, se hace mucho más factible terminar una carrera. 

A mí me gusta dividir metas en objetivos más chicos, me ayuda mucho a organizarme, y también puedo ver progreso más rápido. Volviendo al ejemplo de la universidad, rendir bien una materia me acerca a mi objetivo de terminar la carrera. Saber que uno está progresando es la clave para mantenerse motivado. Si dependemos solamente de fuerza de voluntad, hasta la persona más voluntariosa termina sufriendo muchas veces. 

Tener un plan para mí es importantísimo, y es el método que aplico a todo lo que hago. A veces escribo los pasos en un papel, muchas veces tengo una idea general en la cabeza, pero la constante es que por lo menos soy consciente de que tengo que romper un gran objetivo en pedacitos. Pedacitos que no siempre se dan como me los había imaginado, pero es normal, no se puede pretender ir cumpliendo todo al pie de la letra, porque cosas inesperadas pasan todo el tiempo. 

El objetivo más grande que tengo empezó hace casi tres años, y yo pensé que lo alcanzaría en dos, pero así es la vida de inesperada, y hay que saber adaptarse. La constante, fue que siempre fui progresando, aunque fuera algo mínimo, y eso me mantenía motivado, me ayudaba a seguir dando el siguiente paso. 

Conclusiones

Todavía no cumplí mi gran objetivo, por ende no quiero decir nada para no quemarlo, pero creo estar muy cerca, y los que me conocen saben qué es. Haberme hecho un plan me ayudó a aguantar hasta en los peores momentos, y ver progreso continuo me ayudó a mantenerme motivado todo este tiempo.

No veo la hora de cumplirlo.