miércoles, 22 de octubre de 2014

Movimientos Tectónicos

La teoría de los movimientos tectónicos habla de varios desplazamientos en la superficie de la tierra. Si bien estos movimientos por lo general son casi imperceptibles (algo asi como 2,5 centímetros por año), a largo plazo uno puede ver sus efectos. Por ejemplo, la teoría habla de la formación de las montañas a través del tiempo, porque las capas se van metiendo una debajo de la otra, hasta crear una estructura. En casos más severos, se producen terremotos, causando caos y destrucción.
En la vida, como con los movimientos tectónicos, a veces uno empieza a vivir cambios que son casi imperceptibles. Pasa el tiempo, y se van acumulando, y acumulando.  Pequeños detalles a los que no les prestamos atención pueden, de repente, convertirse en nuestra montaña. Pero como los desplazamientos de la superficie pueden causar terremotos, movimientos internos nuestros también pueden causar problemas y destrucción.
Corría el año 2009 cuando empecé a notar cambios en mi forma de ser. Hasta ese entonces venía muy bien, era tranquilo, no reaccionaba mal. Pero en ese primer semestre del 2009, comencé a irritarme fácilmente, y empecé a tener reacciones más violentas. En un ataque, revente el celular contra la pared, me peleaba jugando al futbol, no podia dormir y cuando si me dormía, me levantaba varias veces por la ansiedad. Estuve varios meses así, hasta perdí el auto por chocar porque iba manejando a mil en la lluvia. Nunca me habia pasado una cosa así, entonces no sabía cómo lidiar con estos sentimientos que tenía reprimidos. Pasó casi un año, y tras varios golpes, empecé a ver con mayor claridad que bien en el fondo no estaba contento y así fue que en el 2010 hice las valijas y me fui a Buenos Aires, donde las cosas volverían a la normalidad y hasta sería mejor de lo esperado.
Viví cuatro años de paz, pero últimamente me siento raro. Algunos factores externos contribuyen a este momento, aunque muchos son factores internos. Otra vez me cuesta dormir. Me irrito fácilmente, no tengo mucha paciencia (aunque esto es algo más de toda la vida), digo cosas que generalmente no diría, y por mas que sean cosas menores, las veo. Lo que en otro momento me hubiera sido imperceptible, hoy, gracias a (o lamentablemente por) la experiencia del 2009, puedo ver que hay algo que tengo que cambiar. Y si bien, haber vivido algo similar en el pasado me ayuda, tambien creo que hoy en dia puedo ver las cosas con mayor claridad porque estoy más interiorizado con mi mismo.
Hoy en dia es difícil interiorizarse. Nos la pasamos mostrando lo mejor nuestro via Instagram, Facebook, Twitter o la red social del momento (yo también soy culpable de esto) y no nos enfocamos en los otros aspectos de nuestra vida que son en realidad más importantes que la foto de la salida, del viaje, del casamiento, etc. Nos preocupamos tanto por la cantidad de ‘likes’ que no nos enfocamos en ver si realmente ‘likeamos’ nuestra situación. Estamos tan desesperados por mostrarle al mundo lo que vivimos, que dejamos de ver y de realmente vivir muchas experiencias (otra vez, culpable, #ILoveSnapchat). Tenemos que mostrar a toda costa nuestra felicidad, nuestro glamour, dejando de lado todo lo malo, lo preocupante y lo que nos aflige. Y es así como vamos dejando de prestarle atención a los detalles.
Los movimientos tectónicos son mínimos, son esos detalles a los que les dejamos de prestar atención. El tema es que estan ahi, y por mas que tratemos de esconderlos abajo de la cama, en algún momento salen a la luz, y si no estamos preparados para manejarlos, pueden explotar, causar un terremoto. Hay que tomarse un tiempo para preguntarse:cómo estoy? Por que? A donde voy? Si estamos dispuestos a escuchar, nuestro interior tiene muchas más respuestas de las que pensamos.
Yo estoy tratando de escuchar. Se avecinan cambios.



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